El Santo del día
2 de febrero
Nuestra Señora De La Candelaria
Oración a nuestra Señora de la Candelaria
Oh María, Madre de la Candelaria,
bendita entre todas las mujeres,
te invocamos con humildad y amor.
Tú, que llevaste en tus brazos al Niño Jesús,
luz del mundo, guía nuestros pasos
en la senda de la fe y la esperanza.
Nuestra Señora de la Candelaria,
protectora de los caminos,
ilumina nuestras vidas con tu luz divina.
Encomendamos a tu amor maternal
nuestras alegrías y tristezas,
nuestras preocupaciones y esperanzas.
Intercede por nosotros ante tu Hijo amado,
Jesucristo, nuestro Salvador,
y concédenos la gracia de vivir
según la voluntad de Dios.
Bajo tu manto de ternura y amor,
confiamos en tu intercesión poderosa.
Nuestra Señora de la Candelaria,
ruega por nosotros.
Amén.
Según la tradición, en una fecha como hoy, Jesús fue presentado en el templo por su madre quien portaba –de acuerdo con la tradición mosaica–, una vela, que al ser encendida, convirtió al Niño en la luz que desde entonces alumbra el camino de todos los cristianos para alcanzar la salvación y por esto esa llama flamea en todos los corazones para iluminarnos en los recodos más apagados de nuestra existencia, tal como le sucedió a los pastores que extraviados en la isla de Tenerife (España) se la encontraron, con Jesús en sus brazos, al borde de un abismo –una oscura noche de finales del siglo XIV–, cuando estaba a punto de desbarrancarse todo el rebaño y con la luz que portaba en su mano, les indicó el camino de regreso a su cobertizo; la historia que corrió de boca en boca desató la devoción de todos los lugareños que pronto le hicieron allí una capilla a la Virgen de las Candelas –como la llamaron– y más tarde, una hermosa basílica que rápidamente se convirtió en uno de los santuarios de peregrinación mariana más visitados por los españoles.
Tras el descubrimiento de América, los conquistadores de camino hacia nuestro continente paraban en Tenerife para encomendarse a esta Virgen morena y tal devoción traída a bordo de las carabelas, se esparció por todo el Nuevo Mundo hasta llegar al Valle de Aburrá, de cuya villa principal se convirtió en patrona a partir de 1675, año en el que oficialmente empezó a llamársele Villa de Nuestra Señora de la Candelaria de Medellín.
Por eso celebramos hoy con regocijo y devoción la fiesta de la Virgen de la Candelaria, para que su llama sea el faro que ilumine la cristiandad en la búsqueda de la convivencia y de esa paz y fraternidad que todos los creyentes anhelamos y merecemos.
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