Santidad de Bernadette
Marie-Bernard Soubirous, como fue bautizada, nació el 7 de enero de 1844 en Lourdes, en las montañas de los Pirineos franceses. Bernadette era una niña que junto a su familia, compuesta por su madre, padre y dos hermanas, vivían en condiciones muy precarias. En un tiempo, habitaron en una celda de la antigua cárcel de Lourdes, y esta fue una de las condiciones que comenzaron a detonar la mala salud de Bernardita, quien después de una enfermedad de cólera quedó sumamente débil, y que además desde los diez años sufriría de asma.
El 11 de febrero de 1858 la niña a sus catorce años, vive uno de los acontecimientos que más ha impactado al mundo religioso, la aparición de Nuestra Señora de Lourdes. Este evento se destaca inicialmente por todas las veces que la Virgen se le manifestó a la niña,
Bernardita se refería a “la Bella Señora” con un amor y fe incalculable y la describía como aquella quien la miraba con ternura, a pesar de su frágil salud y su pobreza, también le hablaba con respeto, como ella de verdad lo merecía.