La importancia del silencio en la oración

Recientemente conmemorábamos  a un gran santo de nuestra iglesia católica:  San Benito Abad, el padre de la vida monástica, es decir, el impulsor de la vida de oración en los monasterios. Hoy queremos darle la importancia que se merece al silencio como protagonista de la oración; a la necesidad que tenemos de aquietarnos y alejarnos del ruido para poder establecer una comunicación clara, directa y sencilla con Nuestro Señor. 

La oración es la fuente de esperanza y vida; es el combustible que no nos deja desfallecer, por eso es necesario que durante el día saquemos el rato adecuado para conversar con Nuestro Señor. A veces no es fácil lograr compenetrarse completamente en el momento de orar pues  las preocupaciones de la vida diaria nos distraen y nos pueden sacar fácilmente de ese momento sublime. Como todo en la vida se requiere de paciencia y perseverancia para lograrlo pues ese silencio, esa soledad y esa concentración para una oración de esa índole se puede lograr con constancia.

Te puede interesar: Oración y vida interior, un camino a la felicidad

No hay sensación más maravillosa que la de sentirse en comunicación directa con Dios y con la Santísima Virgen; y es a través del silencio y la quietud que se logra escuchar claramente el mensaje que nos está dando Nuestro Creador; es a través del silencio que conseguimos establecer ese diálogo sincero y necesario con ÉL.

Aprendamos a orar en silencio y a contemplar a Dios desde la intimidad de nuestro ser.

OLGA-UMAÑA-10K

Por:  Olga Umaña

Realizadora y presentadora Tele VID

1 comentario

  1. Gracias por compartir estos momentos de silencio , siempre debemos silenciar la loca de nuestra lengua,para entrar en la presencia de Jesús y María para llegar a interactuar con el que sabemos nos ama Dios desde siempre.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos requeridos están marcados *

Publicar comentario