Encendemos Señor esta luz, como aquel que enciende su lámpara para salir, en la noche, al encuentro del amigo que ya viene.

En este primer domingo, encendemos la primera vela morada de la Corona de Adviento, simbolizando la esperanza. Nos sumergimos en la espera con paciencia, preparándonos para el nacimiento del Salvador.

Lee el texto bíblico de Mateo 24, 36

«Mas aquel día y hora, nadie lo sabe, ni los ángeles del cielo, ni el Hijo, sino solo el Padre» 

Reflexionemos sobre la paciencia de esperar el momento perfecto de Dios, pensemos en cómo podemos llevar este texto bíblico a nuestra vida, como somos impacientes con nuestros seres queridos y cómo podemos mejorar en este aspecto.

En ésta primera semana del Adviento queremos levantarnos para esperarte preparados, para recibirte con alegría. 

Muchas sombras nos envuelven; muchos halagos nos adormecen. Queremos estar despiertos y vigilantes, porque tú nos traes la luz más clara, la paz más profunda y la alegría más verdadera. ¡Ven Señor Jesús. Ven Señor a salvarnos!

Propósito familiar: Durante la semana haremos oración por alimentos y pongamos en las manos del Señor nuestra paciencia: 

Oh Señor, concede a nuestras almas la paciencia para esperar tu venida, confiando en tu divino plan. Amén.