Señor Jesús, el segundo domingo de Adviento, nos invita a detenernos en un espíritu de reflexión.
Hoy de tu mano queremos preguntarnos: ¿cómo estamos viviendo nuestra fe? ¿Estamos atentos a las necesidades de los demás?
En medio del bullicio del mundo, Dios nos llama a hacer un alto en le camino y a meditar en su Palabra.
Señor, hoy te pedimos que nos ilumines y nos guíes, para reflexionar sobre cómo podemos ser instrumentos de amor y justicia en este tiempo de espera, amén.
Por: Por Cristian Molina G