El Adviento es un recordatorio de la importancia de preparar nuestros corazones y hogares para la llegada del hijo de Dios, está es una temporada de esperanza, alegría, amor y paz, es una oportunidad para renovar nuestra fe y acercarnos a Dios con humildad y gratitud.

Como católicos, durante el Adviento, estamos llamados a:  Reflexionar sobre nuestras vidas y la necesidad de conversión, a orar y meditar en las escrituras, preparando nuestros corazones para la venida de Cristo, a participar en la liturgia de la Iglesia, especialmente en la Misa de Adviento y a practicar la caridad y la generosidad, extendiendo el amor de Cristo a los más necesitados.

En está temporada de preparación para la llegada del niño Jesús,  te proponemos estos 6 pasos para vivir está época de adviento. 

1. Oración Diaria: Dedica tiempo cada día a la oración y la meditación. Las lecturas y reflexiones específicas para el Adviento pueden ayudarte a profundizar en tu relación con Dios.
2. Corona de Adviento: Siéntete con tu familia alrededor de la Corona de Adviento y enciende las velas correspondientes cada semana. Reflexiona sobre su significado y recuerda que la luz de Cristo ilumina nuestras vidas.
3. Servicio y Caridad: Aprovecha la temporada para participar en actos de caridad y servicio a los demás. Dona alimentos a los necesitados, visita a los enfermos o participa en proyectos comunitarios que muestren el amor de Cristo.
4. Lectura Bíblica: Lee y medita en las Escrituras relacionadas con el Adviento, como las profecías del Antiguo Testamento y los pasajes que anuncian el nacimiento de Jesús en el Nuevo Testamento.
5. Examen de Conciencia: Aprovecha la temporada para hacer un examen de conciencia y un acto de contrición, preparándote para el sacramento de la Reconciliación.
6. Participación en la Misa: Asiste a la Misa de Adviento en tu parroquia y considera hacer un esfuerzo adicional para asistir a la confesión.

El Adviento es un tiempo de gracia y preparación que nos permite profundizar en nuestra fe y relación con Cristo. Al vivir esta temporada con un corazón humilde y esperanzado, podemos acoger a Jesús en nuestras vidas de manera más significativa y estar listos para celebrar su nacimiento en Navidad. Esta temporada nos recuerda que, como católicos, nuestra fe se basa en la esperanza y la expectativa de que Cristo está presente en nuestro mundo y en nuestras vidas, siempre listo para transformarnos con su amor y gracia.