Con el tiempo, esta dedicación a la liberación de los cautivos se amplió para incluir a todos aquellos que se encontraban privados de su libertad, tanto en lo físico como en lo espiritual. Por esta razón, la Virgen de las Mercedes es venerada como la patrona de los reclusos, a quienes se les presenta como un símbolo de esperanza y misericordia.

Además de ser la patrona de los reclusos, la Virgen de las Mercedes es también invocada como protectora en otras áreas. Es la patrona de la República Dominicana, donde su festividad el 24 de septiembre es una de las más importantes del calendario religioso y social del país, su devoción está tan arraigada que es considerada la patrona nacional, y miles de personas peregrinan cada año para rendirle homenaje.  En varias regiones de América Latina, especialmente en Argentina, Perú y Colombia, se la honra como defensora de los necesitados, los oprimidos y aquellos que buscan consuelo en situaciones difíciles.