Muchos en algún momento nos hemos cruzado con personas que son muy sensibles, es decir, sienten de una manera más extrema, ríen o lloran con mucha frecuencia, viven intensamente las decepciones, son poco tolerables a los olores, luces o ruidos, son vulnerables a las críticas, se sienten incomprendidos.  Estas, entre otras características pueden indicarnos que estamos frente a una persona PAS o altamente sensible, este término hace referencia a la persona que es más susceptible frente a los estímulos con gran carga emotiva que puede llevarlos a sentir mucho estrés. Se ha señalado que este rasgo se presenta alrededor del 15 al 20% de la población, afectando a hombres y mujeres por igual. 

Ser una persona altamente sensible es un rasgo de la personalidad  y no implica padecer un trastorno, ni una enfermedad mental,  sin embargo, si nos sentimos identificados con sus  características o factores es importante buscar ayuda profesional para aprender a gestionarlo de la mejor manera, de no ser así, puede ocasionar dificultades en el día a día, con las relaciones laborales, personales y sentimentales, también acarrea episodios de bloqueo emocional, saturación sensorial y carga de estrés.