Las épocas han cambiado bastante y tristemente las mamás y los papás actuales no cuentan con mucho tiempo para educar desde la serenidad. Estamos corriendo a toda prisa, tratando de cumplir con el trabajo, las reuniones, las citas y los quehaceres diarios. Hoy en día se hacen malabarismos para poder pasar tiempo de calidad con los hijos, pero todo este corre corre nos está absorbiendo y sin darnos cuenta vamos cayendo en el error de educar desde la impaciencia, sintiéndonos  agotados y terminando por utilizar los gritos, las amenazas y los castigos que tanto daño causan a nuestros hijos… Y así nos vamos dejando llevar por los estados de ánimo y queda ese sin sabor de sentir culpa e impotencia por no brindar ese cariño y tiempo merecido a nuestros pequeños. 

Hagamos conciencia y volvamos a recapitular para que seamos familias que eduquen desde la comprensión y el respeto. Pongamos de moda la pedagogía del querer, basada en el amor incondicional y momentos de calidad y cantidad, no perdamos esas muestras de afecto que son imprescindibles para el crecimiento sano y seguro de un niño. El tiempo es oro, los momentos que no pasamos con la familia no se recuperan, consideremos tener cada día de nuestra vida un buen TIEMPO para nuestros hijos, momentos llenos de disfrute, de alegría, de paz, de comunicación, de escucha, de AMOR… Momentos en familia donde siempre sintamos a DIOS. 

El lunes 8 de agosto en Que Pasa en Casa hablamos de La Disciplina Positiva como una buena vía de formación para las familias, visualizar este programa puede ser útil para complementar este escrito que hoy te compartimos.