"La República Democrática del Congo y África merecen ser respetadas y escuchadas "
Como es costumbre en sus viajes apostólicos, el Papa Francisco realizó su visita de cortesía al gobernante de la República Democrática del Congo en el Palacio de la Nación de Kinshasa.
Recibido por el presidente Félix Antoine Tshilombo y un grupo de diplomáticos, el Papa y su séquito intercambiaron saludos y presentaciones. Luego de ésto se presentó una reunión privada entre ambos mandatarios al interior del Palacio de la Nación.
La última actividad del día se llevaria a cabo en los jardines del palacio donde las autoridades y el cuerpo diplomático esperaba a los lideres.
El Presidente de la nación dió un discurso de bienvenida al Pontífice, haciendo un recorrido por las demandas de su territorio, “No podíamos, ni podemos permanecer callados ante esta injusticia y ante este silencio cómplice de la comunidad internacional y no lo haremos”.
Félix Antoine Tshilombo también agradecio al Santo Padre por su visita y hablo de la importancia de su presencia el el pais.
Acto seguido el Papa mencionó la belleza de su territorio y la compañía que la Iglesia católica quiere manifestar hacia los congoleños, manifestando que son más valiosos que cualquier bien que puedan poseer refiriéndose a su riqueza mineral con diamantes y coltán y todas las ocultas bajo la tierra, “Los diamantes, que por lo general son raros, aquí abundan. Si esto es cierto respecto a las riquezas materiales ocultas bajo la tierra, lo es mucho más en referencia a las riquezas espirituales contenidas en los corazones. Y es precisamente a partir de los corazones que la paz y el desarrollo siguen siendo posibles porque, con la ayuda de Dios, los seres humanos son capaces de justicia y perdón, de concordia y reconciliación, de compromiso y perseverancia en el aprovechamiento de los talentos que han recibido.”
Finalmente el Papa Francisco resaltó la esperanza en los niños y jóvenes del país “Un diamante que se extrae de la tierra es genuino, pero está en bruto, necesita ser trabajado. Así también los diamantes más valiosos de la tierra congoleña, que son los hijos de esta nación, deben poder contar con oportunidades educativas sólidas, que les permitan aprovechar al máximo los brillantes talentos que poseen. La educación es fundamental, es la vía hacia el futuro, el camino que hay que tomar para alcanzar la plena libertad de este país y del continente africano. Es urgente invertir en ella para preparar sociedades que sólo se consolidarán si están bien instruidas, que serán autónomas sólo si son plenamente conscientes de sus potencialidades y capaces de desarrollarlas con responsabilidad y perseverancia”.
Agradeció a las instituciones que impulsan el desarrollo de esta Nación, para un futuro de paz y prosperidad cuidando los recursos y el medio ambiente. «En nombre de Cristo que es Dios de esperanza y dignidad, quisiera invitarles a un reinicio social reciente y activo».