La belleza y devoción de la Novena al Niño Jesús
En el corazón de la Navidad, una práctica espiritual arraigada entre los devotos católicos es la Novena al Niño Jesús. Esta conmovedora tradición, llena de fe y devoción, se remonta a tiempos antiguos, donde la preparación para celebrar el nacimiento de Jesús se hacía con nueve días de oración especial.
Los orígenes precisos de la Novena al Niño Jesús se pierden en el tiempo, pero su propósito perdura: preparar nuestros corazones para recibir al Niño Jesús con alegría y humildad. Aunque sus orígenes se entrelazan con prácticas antiguas, el relato de su autoría se vincula con la figura ejemplar de Fray Fernando de Jesús Larrea. Nacido en Quito en 1700, Fray Fernando de Jesús Larrea, un franciscano devoto, destacó no solo por su compromiso con la fe, sino también por su sabiduría y su capacidad de inspirar a quienes lo rodeaban. Tras su ordenación en 1725, desempeñó un papel fundamental como predicador en tierras ecuatorianas y colombianas.
Fray Fernando, tuvo la revelación de ofrecer una serie de oraciones específicas y reflexiones durante nueve días, diseñadas para preparar los corazones de los fieles para la celebración del nacimiento de Cristo. Con su sabiduría y devoción, Fray Fernando elaboró esta novena qcomo un camino espiritual que invitaba a los creyentes a acercarse más íntimamente al misterio del amor divino encarnado en el niño Jesús.
Cada día de la Novena está marcado por una intención particular y una reflexión sobre aspectos significativos del nacimiento de Jesús:
- Fe: Recordamos la fe de María y José al aceptar el plan divino.
- Esperanza: Reflexionamos sobre la esperanza que trajo el anuncio del nacimiento de Jesús.
- Amor: Meditamos en el amor de Dios al enviar a su Hijo al mundo para salvarnos.
- Humildad: Valoramos la humildad con la que Jesús nació en un humilde pesebre.
- Gratitud: Agradecemos el regalo de la salvación a través del nacimiento de Jesús.
- Paz: Buscamos la paz que nos ofrece el mensaje de la Navidad.
- Alegría: Nos regocijamos por la llegada del Salvador y su luz en nuestras vidas.
- Reconciliación: Reflexionamos sobre la importancia de la reconciliación y el perdón.
- Preparación: Nos preparamos para recibir a Jesús en nuestros corazones con humildad y amor.
Estos valores no solo enriquecen nuestra vida espiritual, sino que también nos inspiran a ser mejores personas, más compasivas, amorosas y solidarias con los demás.
En estos días de reflexión, la Novena nos anima a preparar nuestro corazón para recibir a Jesús no solo en Navidad, sino todos los días, permitiendo que su amor y gracia transformen nuestras vidas.
Por: Por Cristian Molina G