Pastores cercanos a la gente, imágenes vivas del corazón compasivo de Cristo

En el encuentro del Santo Padre con obispos, sacerdotes y diáconos, seminaristas y agentes de pastoral en Kazajistán, el Papa Francisco resalta la diversidad de la iglesia: “La belleza de la Iglesia es ésta, que somos una sola familia, en la cual nadie es extranjero… ¡Somos un solo Pueblo santo de Dios enriquecido por muchos pueblos! Y la fuerza de nuestro pueblo sacerdotal y santo está justamente en hacer de la diversidad una riqueza compartiendo lo que somos y lo que tenemos: nuestra pequeñez se multiplica si la compartimos.

Deteniéndose en dos aspectos en los que la iglesia camina “memoria y futuro”, el Santo Padre Inicia hablando sobre memoria; “en el camino espiritual y eclesial no debemos perder de vista el recuerdo de cuantos nos anunciaron la fe, porque hacer memoria nos ayuda a desarrollar el espíritu de contemplación por las maravillas que Dios ha realizado en la historia” resaltando que sin memoria no hay asombro y se agota la alegría, luego el Papa Francisco hace un llamado a todos los presentes, diciendo: “no nos cansemos de dar testimonio de la esencia de la salvación. La fe no es una hermosa exposición de cosas del pasado, sino un evento siempre actual. Por eso no se comunica con la sola repetición de las cosas de siempre, sino transmitiendo la novedad del Evangelio. De este modo, la fe permanece viva y tiene futuro”. 

Sobre el segundo aspecto  que es el futuro, el Santo Padre dice:  “La memoria del pasado no nos encierra en nosotros mismos, sino que nos abre a la promesa del Evangelio. Jesús nos aseguró que estará siempre con nosotros… Él no se cansa de estar con nosotros, de construir a nuestro lado el futuro de la Iglesia que es suya y nuestra.”

En su discurso se dirige a los obispos, a los sacerdotes, y a los seminaristas para recordarles su misión “no ser administradores de lo sagrado preocupados por hacer que se respeten las normas religiosas, sino pastores cercanos a la gente, imágenes vivas del corazón compasivo de Cristo.”

Luego de sus palabras el Santo Padre fue despedido con un caluroso aplauso  por  parte de los participantes, luego el Papa dio su bendición y se trasladó a la clausura del VII Congreso de líderes de Religiones Mundiales y Tradicionales

Así se vivió el encuentro

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