Con un discurso narrado en español, el Papa Francisco se dirige a los clérigos, haciendo un recordatorio del llamado de Cristo a todos ellos como seguidores; recordó cómo Jesús llamó a Pedro y a sus discípulos, recuerda que Cristo subió a la barca para animarlos a volver a echar las redes, pues lo que le interesa es «La cercanía de Dios» así como lo hizo con Simón y sus compañeros cansados de intentar pescar sin éxito, se acercó a ellos.

Francisco hace hincapié en el «Cansacio» lo subraya, lo enfoca, relatando lo que se puede sentir como religioso cuando hay indiferencia con Dios y con la práctica de la fe. Menciona los malos testimonios que algunos integrantes de la iglesia han tenido con el mundo. «La idea con el desánimo es no caer en pesimismo», al contrario debemos confiar en Jesús y entregarle las amarguras pastorales para experimentar con conciencia la transformación no de funcionarios de lo sagrado y señala «Dejemos que Jesús suba a la barca, que Él viene a buscarnos en nuestras crisis, recomenzar, dejarse aburrir y luego recibir la alegría».
«Navega mar adentro, echen las redes» es el llamado de Francisco
¿Te conformas con el pasado o te entusiasmas para echar la red? es el momento de un segundo llamado, no tengan miedo
Menciona las 3 decisiones que deben tomar los religiosos ahora:

1. Navegar mar adentro y echar redes, dejar la orilla.

2. Llevar adelante juntos la pastoral. Jesús habla, Pedro guía su barca, pero todos pescan. La iglesia es una red de relaciones humanas.

3. Ser pescadores de hombres, sin miedo anunciar el evangelio. Jesús confío en sus discípulos para hacer esta tarea. Pescar personas del agua o del abismo, sin proselitismo pero sí con amor.