Con su llegada a Yakarta, el Papa Francisco comienza el viaje más largo de su pontificado
Indonesia, Papúa Nueva Guinea, Timor Oriental y Singapur, serán sus destinos hasta el 13 de septiembre.
En Yakarta, una de las ciudades más pobladas de Indonesia, comenzó el periplo del Sumo Pontífice. En una ceremonia efectuada en la pista del Aeropuerto Internacional Soekamo- Hatta, el Papa Francisco recibió la bienvenida de parte del Ministro de Asuntos Religiosos del país además de flores entregadas por dos pequeños que ataviados con sus trajes tradicionales le imprimieron un toque de ternura y alegría al momento.Después de saludar a la guardia de honor y a todas las delegaciones que se hicieron presentes para su llegada, el Sumo Pontífice se dirigió a la Nunciatura Apostólica del país.
En su primer día de actividades el Papa Francisco se dirigió al Palacio Presidencial Istana Merdeka en donde fue recibido por el presidente del país Joko Widodo en donde se realizaron los actos protocolarios de bienvenida. Acto seguido el Sumo Pontífice siguió su agenda con el encuentro con las autoridades, el cuerpo diplomático y la sociedad civil.
En dicho encuentro el Papa Francisco pronunció un discurso en el que hizo un claro llamado al mundo entero para que se respeten las diferencias entre los seres humanos: «La armonía en el respeto a las diferencias se logra cuando cada opinión particular tiene en cuenta las necesidades que son comunes y cuando cada etnia y confesión religiosa actúa con espíritu de fraternidad, persiguiendo el noble objetivo de servir al bien de todos. El ser conscientes de que se está participando en una historia compartida en la que cada uno brinda su propia contribución, y donde la solidaridad de cada cual hacia el conjunto es fundamental, ayuda a identificar las soluciones adecuadas, a evitar la polarización de las diferencias y a transformar la confrontación en colaboración eficaz.», afirmó el Sumo Pontífice.
e igual manera, el Papa Francisco también le hizo un llamado a la propia iglesia para que sea la encargada de promover diálogos interreligiosos: » De este modo, se podrán eliminar los prejuicios y se fomentará un clima de respeto y de confianza mutua, factores imprescindibles para afrontar los retos comunes, entre los cuales, el de contrastar el extremismo y la intolerancia, que —tergiversando la religión— intentan imponerse sirviéndose del engaño y la violencia. En cambio, la cercanía, el escuchar la opinión de los demás, eso crea la fraternidad de una nación. Y eso es algo muy bonito, muy hermoso.»
Al terminar este acto el Papa Francisco se dirigió a la Nunciatura nuevamente para sostener una reunión privada con algunos representantes de la Compañía de Jesús que prestan sus servicios religiosos en Indonesia.