Comunicado al pueblo colombiano Ante la muerte del Papa Emérito Benedicto XVI
El Papa Emérito Benedicto XVI ha terminado su peregrinar como “humilde trabajador de la viña del Señor”, ha regresado al la Casa del Padre.
La Iglesia Católica que ora y trabaja en Colombia, en comunión con el Papa Francisco, eleva una plegaria de gratitud por la vida y misión de Benedicto XVI, el Papa sabio y humilde. Estamos convencidos de que su luz brillará por mucho tiempo, su profundidad teológica, su libertad interior, su búsqueda permanente de la Verdad en la persona del Hijo de Dios, su coherencia de vida, son para nosotros un legado evangelizador que nos anima a amar y a servir, guiados siempre por el Espíritu Santo. Resonarán por siempre sus enseñanzas en la primera Carta Encíclica que le envió a la humanidad:
«Dios es amor, y quien permanece en el amor permanece en Dios y Dios en él» (1 Jn 4, 16). Estas palabras de la Primera carta de Juan expresan con claridad meridiana el corazón de la fe cristiana: la imagen cristiana de Dios y también la consiguiente imagen del hombre y de su camino. Además, en este mismo versículo, Juan nos ofrece, por así decir, una formulación sintética de la existencia cristiana: «Nosotros hemos conocido el amor que Dios nos tiene y hemos creído en él».
“Hemos creído en el amor de Dios: así puede expresar el cristiano la opción fundamental de su vida. No se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientación decisiva.” (No. 1)
Que el Dios de la vida y del amor, escuche nuestra súplica y conceda a su siervo, el Papa Emérito Benedicto XVI, quien presidió en la caridad a la Iglesia, alcanzar el premio del servidor bueno y fiel, junto con el rebaño a él confiado. Y, mientras nos unimos con él, en el paso a la plenitud de la vida, recordamos estas palabras, con las cuales terminó su Encíclica sobre la esperanza cristiana, y que iluminan el caminar del pueblo colombiano que anhela la paz que se construye en el amor:
Santa María, Madre de Dios, Madre nuestra, enséñanos a creer, esperar y amar contigo. Indícanos el camino hacia el reino. Estrella del mar, brilla sobre nosotros y guíanos en nuestro camino.
Luis José Rueda Aparicio
Arzobispo de Bogotá
Presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia
31 de diciembre de 2022