Como es costumbre el Santo Padre para la celebración de la cena del Señor y el lavatorio de los pies, visitó un centro carcelario, este año y después de 10 años el Papa llegó al Centro penitenciario para menores “Casal del Marmo” en Roma.

En la homilía Francisco habla de como Jesús tienes el gesto de lavarle los pies a los discípulos, lavar los pies, es una costumbre muy sana, en la época de Jesús esta era una tarea de los esclavos, no era una tarea de los líderes, imaginémonos como la gente se quedó sorprendida de ver cómo Jesús hace este gesto con los apóstoles,  Jesús sería como un esclavo, y si nosotros escuchamos este mensaje hoy sería algo muy distinto nos apresuremos a criticarlo o a desmeritar las cosas, pero lo que hace Jesús es enseñarnos a  ayudar, a demostrar que es muy lindo ayudar.

Jesús quiere tomarnos de la mano para que la vida no sea tan dura, el gesto de lavar los pies es un gesto que se anuncia como tenemos que ser nosotros y como tenemos que ser unos con otros, cada uno de nosotros, puede resbalar, se puede caer, puede equivocarse, cada uno de nosotros puede ser pecador y Jesús nos quiere así y por eso nos lava los pies, ha venido a lavar los pies porque él quiere salvarnos, Jesús quiere salvarnos ahora.

Lo que vemos en la actualidad es un montón de injusticias, cuánto la desigualdad social aparece y nosotros nos hacemos los de la “vista gordo”, recordemos lo que Jesús nos enseñó: ayudarnos entre todos, ayudarnos los unos a los otros para que así la vida sea más fácil.

 Luego de esta breve charla el Papa Francisco se dispuso para hacer el mismo acto que realizó Jesús a los Apóstoles y lavar los pies a los diferentes miembros que se encuentran en el Centro Penitenciario para Menores «Casal del Marmo», Roma.