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Ángeles y Arcángeles
¿Existen los Ángeles? ¿Qué afirma la Iglesia? ¿Quiénes son los Ángeles?
El catecismo de la Iglesia Católica desde el numeral 325 y siguientes, nos aclara estas preguntas que hacemos con frecuencia y que ha llevado a discusiones interminables al respecto, en muchos ambientes formativos y espirituales.
Lo primero que se afirma a partir de nuestra profesión de fe, es que Dios es “el Creador del cielo y de la tierra” expresión que se reafirma a continuación cuando decimos “de todo lo visible y lo invisible”.
Esto solo, expresa ya el cómo Dios es creador de todo lo existente, tanto del mundo, la tierra, el universo, que son de orden físico, como el “lugar” propio de Dios o lo que llamamos cielo, que no es solamente el firmamento que contemplamos, sino ese estado en el que Él se encuentra junto a las criaturas espirituales que le rodean. Al comienzo del tiempo creo Dios, tanto la criatura espiritual como la corporal. La criatura humana participa de las dos realidades.
Ahora, la existencia de criaturas espirituales no corporales es a quienes normalmente la Sagrada Escritura llama Ángeles. Es una verdad de fe. Lo creemos, lo afirma la Palabra y se reafirma en la tradición de la Iglesia.
Para San Agustín el nombre de los Ángeles indica su oficio, no su naturaleza.
“Si preguntas por su naturaleza, te diré que es un espíritu; si preguntas por lo que hace, te diré que es un ángel») (Enarratio in Psalmum, 103, 1, 15). Con todo su ser, los ángeles son servidores y mensajeros de Dios. Porque contemplan «constantemente el rostro de mi Padre que está en los cielos» (Mt 18, 10), son «agentes de sus órdenes, atentos a la voz de su palabra» (Sal 103, 20).
Y son numerosos los textos en los que se narra la presencia de ellos. He aquí algunos:
«Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria acompañado de todos sus ángeles…» (Mt 25, 31). Le pertenecen porque fueron creados por y para Él: «Porque en él fueron creadas todas las cosas, en los cielos y en la tierra, las visibles y las invisibles, los Tronos, las Dominaciones, los Principados, las Potestades: todo fue creado por Él y para Él» (Col 1, 16). Le pertenecen más aún porque los ha hecho mensajeros de su designio de salvación: «¿Es que no son todos ellos espíritus servidores con la misión de asistir a los que han de heredar la salvación?» (Hb 1, 14).
Ellos Glorifican a Dios y adoran a Jesús, pero además sirven, anuncian, protegen, asisten, reconfortan, evangelizan, no sólo a los profetas, sino a cada persona. El mismo José recibió muchas veces en sueños la voz de los ángeles.
Afirma el catecismo: Desde el nacimiento hasta la muerte, la vida humana está rodeada de su custodia.
Ahora, los seres espirituales han sido clasificados en coros de acuerdo con su cercanía a Dios o a los hombres. Entre los más cercanos a Dios están los coros superiores: Serafines, Querubines, tronos… y los más cercanos a los hombres aquellos quienes se nos parecen más en espíritu, son los arcángeles y los ángeles, que sirven a Dios como mensajeros.
Son tres los arcángeles que honra la Iglesia con nombre propio: San Miguel, San Gabriel y San Rafael.
San Miguel es el Príncipe de la Milicia celestial. Su nombre significa ¿quién como Dios? Y nos defiende contra el mal.
San Gabriel significa “mi poder es Dios” es el mensajero que se aparece a Zacarías y luego a María para anunciar tanto el nacimiento de Juan el Bautista como el de Jésus de Nazareth, por eso es el patrono de los comunicadores.
Finalmente tenemos a San Rafael que quiere decir: “Dios sana”, aparece en la historia de Tobías. Es el patrono de los enfermos y de todos los que trabajan en el área de la salud, médicos, enfermeros…
Confiémos a su compañía y honrémoslos junto con la Iglesia.
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Por: Alejandro Morales
Muy interesante de todo mi gusto estar al día ya que somos para servir a Dios en todo momento
Espectacular información. Alejandro, mil gracias y Dios bendiga tu don de transmitir información. A Teleantioquia, gracias