En TU DULCE COMPAÑÍA queremos generar una reflexión sobre la condición innegociable que debe tener un matrimonio: la fidelidad y la lealtad. Es muy triste constatar que esa unión dada por Dios, muchas veces termina acabándose porque se falta al compromiso del respeto mutuo con las consabidas consecuencias más que dolorosas para una familia entera; incluyendo a los hijos que son quienes más sufren con esas separaciones.

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Muchos de los argumentos que da quien es infiel tienen que ver con la monotonía y el tedio alrededor de la pareja y por eso deciden buscar aventuras que lo único que hacen es causar daño a los demás e incluso a la misma persona que está cometiendo la falla porque tarde o temprano la conciencia le dejará claro el grave error que cometió. Los infieles buscan escapar de la monotonía y las discusiones y no tienen en cuenta que su siguiente pareja  también tendrá defectos e ineludiblemente vendrán igualmente momentos de monotonía. ¿Por qué en lugar de eso no buscan encuentros y actividades que los unan de nuevo como pareja?¿ por qué en lugar de rendirse no recuerdan por qué se enamoraron de la persona que hoy están traicionando?

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La invitación es a renovar nuestro amor y admiración por el ser amado y que nunca se nos olvide que algún día dijimos: «hasta que la  muerte nos separe».