Las sonrisas y la emotividad marcaron el encuentro con jóvenes de Scholas Ocurrentes en la Casa de la Juventud «Grha Pemuda». Tres jóvenes tuvieron la oportunidad de compartir su testimonio con el Papa e incluso mantener una conversación con él.
La reflexión del Santo Padre en esta última etapa de su segundo día en Jakarta se centró en aprender a vivir en la diversidad, afirmó que es necesario buscar la armonía entre lo que se piensa, se dice y se vive. Además, indicó a los jóvenes los tres caminos para convertirse en instrumentos de paz.
En este encuentro, el sumo pontífice completó la obra colectiva del “Poliedro del Corazón” dejando un mensaje personal al interior de la misma para dar la estocada final y culminar un esfuerzo en conjunto por la paz y la unidad. En la realización de esta obra participaron más de mil jóvenes que plasmaron en cada cara sus historias y diversidad.
Como es costumbre en los encuentros del movimiento Scholas Ocurrentes, el Papa Francisco, de manera simbólica, plantó un árbol característico de Indonesia. Acto seguido, el Santo Padre concluyó el evento bendiciendo a las más de 300 personas presentes en el recinto.
“Aunque seamos diferentes, seguimos siendo uno”, Joven integrante de Scholas Ocurrentes.