Padre Dios, no quiero acostarme sin darte gracias por tu ayuda en este día. Sé que yo he estado ocupado con muchas cosas, pero también sé que has estado conmigo y me has sostenido. He sentido tu presencia y te lo agradezco. Ahora necesito descansar. Ayúdame a sentir tu abrazo y a estar tranquilo sabiendo que tú cuidas de mí y de los míos. Dejo en tus manos el día de mañana y descanso en ti ahora. Buenas noches, señor. Gracias por acompañarme y cuidarme. Amén.