Ceremonia de bienvenida del Papa Francisco a la República Democrática del Congo.
Un encuentro esperado desde 2017 tuvo lugar alrededor de las 3 de la tarde hora local de la República del Congo en África. A su llegada al Aeropuerto de Kinsasha en una silla de ruedas, a sus 86 años el Santo Padre visita esta región y fue esperado por una multitud y varios misioneros como Daniel Mosquetti, que nunca perdieron la esperanza de ver a este hombre, hoy Papa Francisco, con un mensaje de paz y esperanza para esta región golpeada por la tragedia y el conflicto. Un país que lo recibe con su primer ministro y el Presidente de la Conferencia Espiscopal de este país que sale a flote después de muchos años de explotación, de abusos por parte de sus invasores que explotaron por siglos, sus riquezas minerales y humanas.
Con expectativas muy altas reciben al pontífice, en un país de 110 millones de habitantes con un porcentaje de 40% católicos. Una visita que espera llamar la atención de los líderes mundiales para que fijen su mirada en esta zona golpeada por la violencia y el abuso constante, ante la mirada casi indiferente del resto del mundo. Con esta visita el Papa Francisco cumple lo acordado y motivado en sus prédicas «Ir a las periferias».