“La tristeza, la apatía, el cansancio espiritual terminan por dominar la vida”

Vamos a empezar por señalar dos cosas, lo primero es que vinimos al mundo a ser felices, entonces todo lo que hagamos nos tiene que conducir a la felicidad y la felicidad es un estado natural, emocional y que reconforta el alma,  lo segundo es que venimos al mundo hacer historia, ¿cómo hacemos la historia?, la hacemos con las personas con quienes vivimos, en nuestra familia, con nuestros amigos, con nuestros compañeros de trabajo, con los compañeros de estudio, con ellos construimos la historia; cuando unimos los dos conceptos, ser felices y hacer historia, nos damos cuenta que mientras más felices construiremos una historia mejor.

Lo opuesto de la felicidad es la tristeza, pero tenemos que aprender a entender que la tristeza también es un estado emocional normal, los estados emocionales normales que tiene el ser humano son: la alegría, la tristeza, la rabia, la ira, la ansiedad; lo que pasa es que si esos estados emocionales que son normales perduran en el tiempo, nos empiezan a afectar en nuestra relación con nosotros mismos y con los demás, se empiezan a convertir en estados patológicos que se pueden convertir en enfermedad. 

El exceso de trabajo, de estrés, el agotamiento, hace que muchísimas personas se sientan tristes, el Papa Francisco en este mes de Noviembre nos invita a orar por las Personas que sufren de depresión, “recemos para que las personas, que sufren de depresión o agotamiento extremo, reciban apoyo de todos y una luz que les abra a la vida” -Papa Francisco-

Para afrontar estos estados emocionales la oración es un gran aliado, y te puede ayudar a convertir la tristeza en alegría,  te recomendamos el programa Ser Más tranquilidad y manejo del estrés, acá podrás conocer algunas técnicas que te permitan aprender a estabilizar las emociones y a controlar el estrés. 

Dinos cual es tu mejor herramienta para afrontar el estrés y la tristeza. 

2 comentarios

  1. Hermoso video y sabías palabras, que Dios nos ilumine para acompañar a estas personas que necesitan más que nunca un abrazo, una palabra de aliento y la luz que ilumine su vida.

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