Y es que así sucedió. Hace unos años Claudia Urrego fue diagnosticada con cáncer de seno. Al principio, claro está, fue un golpe durísimo…las preguntas que suelen suceder en los momentos de recibir una noticia que casi siempre se relaciona con muerte: ¿por qué a mí? ¿yo sí me merezco un cáncer?…
Con el pasar de los días Claudia comenzó a asimilar y a digerir la noticia. Empezó a llenarse de valor inicialmente para curarse a ella y luego para soñar con la posibilidad de ayudar también a otras mujeres que estaban recorriendo ese mismo camino.
Claudia Urrego y Gertrudis Zapata
Con el pasar de los días Claudia comenzó a asimilar y a digerir la noticia. Empezó a llenarse de valor inicialmente para curarse a ella y luego para soñar con la posibilidad de ayudar también a otras mujeres que estaban recorriendo ese mismo camino.
Así nació FUNDAYAMA, una fundación que lleva 15 años promoviendo la prevención del cáncer de cervix y de mama, acompañando amorosamente a las pacientes que llegan allá con el miedo como protagonista en sus vidas, asesorándolas legalmente para hacer valer sus derechos ante el sistema de salud, brindándoles alternativas para sanar el alma….que también se enferma al recibir la noticia de un cáncer.
La invitación es no sólo a conocer y apoyar la labor de Fundayama sino también a intentar seguir el ejemplo de esa valerosa mujer y de todas las voluntarias, pacientes y sobrevivientes de cáncer, que allí trabajan: transformar una mala noticia en la oportunidad de ayudar a los demás.
Por: Olga Patricia Umaña Arroyave