La Fiesta de Corpus Christi
El Corpus Christi es una festividad religiosa celebrada por los católicos en honor a la Eucaristía, es decir, el sacramento del Cuerpo y la Sangre de Jesucristo. El término “Corpus Christi” proviene del latín y significa “Cuerpo de Cristo”.
La festividad del Corpus Christi se celebra el jueves posterior a la solemnidad de la Santísima Trinidad, que a su vez se celebra el domingo siguiente a Pentecostés. Durante esta celebración, los católicos creemos que el pan y el vino utilizados en la Santa Misa se convierten en el cuerpo y la sangre de Jesucristo, a través de la consagración realizada por el sacerdote.
Anteriormente y en muchos pueblos de colombia, la festividad del Corpus Christi suele incluir una procesión solemne en la que se lleva el Santísimo Sacramento, es decir, la hostia consagrada que representa el cuerpo de Cristo, en una custodia especial. Durante la procesión, los fieles caminan en comunidad, cantando himnos y realizando oraciones de adoración y alabanza.
Está es una festividad importante que destaca la creencia católica en la presencia real de Jesucristo en la Eucaristía y la importancia de su cuerpo y sangre como fuente de vida espiritual para los creyentes.

Durante la celebración del Corpus Christi, los católicos demuestran su profunda reverencia por la Eucaristía. Es un tiempo para reflexionar sobre el profundo misterio de la presencia de Cristo en el pan y el vino consagrados y para expresar gratitud por el don de su cuerpo y sangre.

Los orígenes de la fiesta del Corpus Christi se remontan al siglo XIII cuando una monja belga, Santa Juliana de Lieja, tuvo visiones en las que se le indicó que promoviera una fiesta especial en honor de la Eucaristía. Con el apoyo del obispo Robert de Thorete, la fiesta fue establecida y luego extendida a la Iglesia universal por el Papa Urbano IV en 1264 con la bula papal “Transiturus”.
En general, Corpus Christi es una fiesta importante para los católicos, que celebra el don de la Eucaristía y expresa la devoción a la presencia real de Cristo en los elementos consagrados. Es un tiempo de alegría, reverencia y unidad, reuniendo a los fieles para honrar y adorar el cuerpo y la sangre de Cristo.