No somos un fraude. Es el síndrome del impostor

Dudar de tus capacidades y sentirte como un fraude, así podríamos generalizar el síndrome del impostor, pero este tema tiene algunas aristas. Su historia data del año 1978 cuando las psicólogas Pauline Clance y Suzanne Imes, adelantaron una investigación sobre un fenómeno que ocurría en mujeres que tenían mayor rendimiento, con destacados logros académicos y profesionales pero que en el fondo no creían ser brillantes como el mundo las veía.

Con base en las entrevistas y el estudio, para ese año se publicó el artículo El fenómeno impostor en mujeres de alto rendimiento: Dinámica e intervención terapéutica. Ese estudio agrega la característica que diferencia este de otros síndromes o trastornos psicológicos: quienes lo padecen se condenan en vida intentando demostrar su valor bajo la amenaza de “ser descubiertos “. Es decir, creen que todo el tiempo están mintiendo porque lo que los demás ven es supuestamente una imagen irreal.

Desde 1978 para acá, el astronauta estadounidense Neil Armstrong, reconocido por ser el primer ser humano en pisar la luna; la actriz Charlize Theron, la cantante Jennifer López y Michell Obama han reconocido tener el síndrome del impostor en alguna etapa de su vida. 

 *7 de cada 10 personas han padecido el síndrome del impostor en algún momento de su vida.

Las investigaciones más frecuentes dan pistas de que 7 de cada 10 personas han vivido con este cuadro psicológico por periodos. Y sí, generalizando, creo que todos hemos sentido el síndrome del impostor. No nos sentimos suficientemente buenos pese a conocer nuestras capacidades.

Síndrome del impostor

Para entender el alcance de este tema y cómo funciona en nuestro cerebro, invité al programa a Estefanía Escobar, psicóloga del Centro de Familia VID, quien aseguró que esto no solo ocurre en personas exitosas en su profesión o en el ámbito laboral. Insistió que el síndrome del impostor lo padecen niños, jóvenes y adultos, y que este puede llegar a causar depresión, ansiedad y daño al autoestima, por eso, en muchos casos, es necesaria la ayuda de un terapeuta para tratarlo. La frustración es otro de los sentimientos que se despierta en las personas con esta confusión.

Para aprender más del síndrome del impostor los invito a ver el episodio de Pregúntale al Experto:

jair (1)

Por: Jair Orozco Quiroz

Realizador y presentador Tele VID

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