
Conozcamos las consecuencias espirituales de la brujería
En TU DULCE COMPAÑÍA estuvimos hablando sobre la brujería, una práctica que va en la vía totalmente contraria a todo lo que tiene que ver con Dios. Es inconcebible que haya quienes dirijan sus vidas apoyados en este tipo de actividades; y peor aún, que existan personas quienes valiéndose de esa “magia negra”, intenten hacerle daño a los demás. Lo único real, lo único válido, lo único que transmite luz es tener una fe inquebrantable en Dios. Querer adivinar el futuro, encomendarse a espíritus oscuros y participar en rituales que nada tienen que ver con nuestras creencias lo único que logra es mancharnos el alma y convertirnos en seres de oscuridad.
Existen consecuencias negativas para nuestra salud mental y espiritual derivadas de la práctica de la brujería: la depresión, ansiedad, insomnio e ira constante hacen parte de ellas; siendo la oración y la firmeza en nuestra fe la manera de revertir esos efectos. Muchas veces los mismos católicos podemos ser llevados a este tipo de actividades haciéndonos creer que no van en contravía de nuestra fe; por eso debemos ser tan cuidadosos.
La brujería como tal hace parte de lo que se conoce como ocultismo: la astrología, la angelología, la adivinación y la nueva era hacen parte de ese concepto. La invitación es a que indaguemos más sobre estos temas para que no caigamos en la trampa de buscar la felicidad y la tranquilidad en esta vida a través de medios diferentes a nuestra fe en Dios.

Por: Olga Patricia Umaña Arroyave