En este recorrido por la vida de San José caminaremos de su mano, aprenderemos  a vivir como él, aprenderemos a imitar sus virtudes, caminaremos por las alegrías y las tristezas del padre adoptivo de Jesús.

Dolor : cuando estaba dispuesto a repudiar a su inmaculada esposa la Virgen María. 

La alegría: cuano el Arcángel le reveló el sublime misterio de la encarnación.

Oremos juntos a San José

Oh castísimo esposo de María, glorioso San José, ¡qué aflicción y angustia la a tu corazón en la perplejidad en que estabas sin saber si debías abandonar o no a tu esposa sin mancilla! 

Pero ¡cuál no fue también tu alegría cuando ángel te reveló el gran misterio de la Encarnación! Por este dolor y este gozo, acompañamos siempre, ayúdanos, en nuestra grandes o pequeñas noches oscuras del alma, cuando no entendamos lo designios de Dios o no sepamos descubrir su amabilísima Voluntad en los sucesos de cada día. Ayúdanos a ser humildes, a permanecer en oración hasta de noche, en sueños, para que fieles alcancemos la gracia de la perseverancia final. Que agradezcamos al Señor cada instante de nuestro existencia, seguros de que pase lo que pase siempre aguarda una tarea importante que cumplir en la obra de la Redención. San José Padre y Señor, ruega por nosotros.

1 comentario

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos requeridos están marcados *

Publicar comentario