“¡Sean surfistas del amor!”

Ceremonia de despedida en la Base Aérea de Figo Maduro Lisboa, Portugal

Foto tomada de:Vatican Media

A su llegada a la Base Aérea de Figo Maduro el papa Francisco fue recibido con gran alegría por los funcionarios y trabajadores del lugar, esperando impacientes su llegada al recinto se emocionaron cuando comenzó a pasar el desfile de autos protocolarios. Entre los personajes que se encontraban en esta despedida al pontífice estaban el presidente Marcelo Rebelo de Sousa, el primer ministro António Costa, el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano y el cardenal Kevin Farrell, prefecto del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, entre otros funcionarios públicos del país anfitrión, cardenales y obispos del lugar.

 

Desde el miércoles 2 de agosto el papa Francisco ha estado presente en Lisboa, Portugal, hoy domingo 6 de agosto recordamos de forma breve los eventos y lugares que el pontífice visitó, es de resaltar la energía y el entusiasmo que este hombre de 86 años demostró en cada uno de los encuentros, las eucaristías y vigilias que esta JMJ tuvo programadas, podríamos decir que fue un joven más entre ese millón y medio de peregrinos. Aunque estuvo en los trayectos largos en silla de ruedas el Papa siempre se encargó de brindarle una sonrisa, un abrazo, un buen consejo y una bendición a quienes tenían el privilegio de estar cerca de él.

 

El miércoles 2 de agosto comenzó el camino del papa Francisco hacia Lisboa, este día tuvo varios encuentros:

 

  • La ceremonia de bienvenida en la entrada principal del Palacio Nacional de Belém.
  • La visita de cortesía al presidente de la República en el Palacio Nacional de Belém.
  • El encuentro con las autoridades, la sociedad civil y el cuerpo diplomático en el Centro Cultural de Belém.
  • El encuentro con el primer ministro en la Nunciatura Apostólica.
  • La Víspera con los obispos, sacerdotes, diáconos, consagrados, consagradas, seminaristas y agentes pastorales en el Monasterio de los Jerónimos.

 

En este día evidenciamos una bienvenida muy protocolaria, pues recordemos que el papa Francisco además de ser el guía espiritual de toda la Iglesia católica es el líder político y por consiguiente, Jefe de Estado, de Ciudad del Vaticano, es decir, que estas visitas además de ser hechos religiosos, su presencia las convierte en una reunión diplomática. No por esto el mensaje que el papa Francisco nos ofrece en este día es menos, pues se dirige a los gobernantes y a los consagrados de una manera contundente, los insta a buscar el cambio, desde el área que cada uno le corresponda. Para los gobernantes el llamado es a retornar a la raíz, dándole un nuevo aire a Europa, proponiendo a Lisboa como la capital del mundo, la capital del futuro donde la juventud pueda poner sus esperanzas; con la Iglesia el Papa instó a los sacerdotes, obispos y el clero en general a no caer en el pesimismo, pues es cierto que como institución se han cometido errores, pero a través del no desfallecer es que se pueden mejorar las cosas, dándole un cambio de paradigma al catolicismo, para que en vez de perder adeptos se contagie a cada ser humano con las raíces de la alegría, concepto que retomará constantemente en sus discursos.

Foto tomada de:Vatican Media

Pasamos al segundo día de su visita, el jueves 3 de agosto, donde podemos decir que comenzó en realidad la JMJ 2023, en este día se vivieron los primeros eventos con los jóvenes y peregrinos:

 

  • Encuentro con los jóvenes universitarios en la Universidad Católica Portuguesa.
  • Encuentro con los jóvenes de Scholas Occurrentes en la Sede de Scholas Occurrentes de Cascais.
  • Ceremonia de acogida en el Parque Eduardo VII.

 

El papa Francisco en estos eventos hizo un llamado a los jóvenes, para que sigan cultivando la fe, ¿desde cuál perspectiva? Desde la visión de la juventud, de forma enérgica y entregando el corazón a los demás, sin miramientos ni temores. En los distintos mensajes que entregó ese día se resalta el ser un buen samaritano, como él mismo lo dijo, “nadie está exento de ser un buen samaritano”, de desearle al otro lo mejor, porque la religión se basa en eso, en formar comunidad, y la alegría de la vida está en “buscar y arriesgar”, salir de la zona de confort, armar lío, como tantas veces lo ha dicho el pontífice, que no nos dé miedo ayudar al otro, porque más duele y peca quien hace la vista gorda ante el sufrimiento ajeno que quien se equivoca humanamente tratando de ayudar a su hermano desprotegido.

Foto tomada de:Vatican Media

Con este mensaje latente en los corazones de los jóvenes y peregrinos de todo el mundo, entramos en el tercer día, el viernes 4 de agosto:

 

  • Confesión de algunos jóvenes de la JMJ en la Plaza del Imperio.
  • Encuentro con los representantes de algunos centros de asistencia y caridad en el Centro Parroquial de Serafina.
  • Almuerzo con los jóvenes en la Nunciatura Apostólica.
  • Viacrucis con los jóvenes en el Parque Eduardo VII.

 

La fragilidad, el servicio y la abnegación fueron los protagonistas en esta tercera jornada, Francisco en cada uno de sus discursos optó por un mensaje claro y directo, que más allá de disertar ideas complejas de la religión, ejemplificaba cómo “ensuciarse las manos”, cómo llegarle al otro para formar parte de su alma, para mostrarle el camino a seguir y compartir sin pretensiones el amor verdadero de Cristo y el Padre. La cruz peregrina fue un elemento importante, más que en los otros días, pues con la confesión, el viacrucis, el encuentro con los voluntarios de la caridad y el almuerzo con algunos jóvenes, se evidenció el mensaje central, el de cargar la cruz, promoviendo la evangelización y el compartir del Palabra, dejando de lado el egoísmo, la vanidad y los problemas personales, para, como Jesús, darse de lleno a la comunidad y despreciar su propia humanidad para acoger al otro.



Foto tomada de:Vatican Media

Llegamos a los dos últimos días de esta Jornada Mundial de la Juventud, comenzando por el día sábado 5 de agosto, nos encontramos con eventos que movieron las fibras más profundas de cada uno de los asistentes:

 

  • Rezo del Rosario con los jóvenes enfermos en la Capilla de las Apariciones del Santuario de Nuestra Señora de Fátima.
  • Encuentro privado con los miembros de la Compañía de Jesús en el Colegio de San Juan de Brito.
  • Vigilia con los jóvenes en el Parque Tejo.

 

Esta jornada un poco más fervorosa y contemplativa, nos llevó a recordar el mensaje principal de la religión, que el papa Francisco interpretó como volver a la raíz, ser raíces de alegría para los demás, en consonancia con sus acciones, pues él retorno a las raíces en este día, y como es habitual, se reunió con sus hermanos jesuitas. En este día pudimos apreciar también el sentido mariano que esta jornada tenía implícito, pues recordemos que el servicio del que habla el pontífice en esta visita a Lisboa está inspirado por el sentimiento de entrega y abnegación que María tuvo cuando dio el sí y además celebró de forma genuina el embarazo de su prima Isabel.

Foto tomada de:Vatican Media

Como todas las despedidas, esta última jornada estuvo marcada por la nostalgia y el agradecimiento, los discursos que se dieron en este día fueron sentidos y de un alto contenido sentimental, tratando de evidenciar el cambio que esta semana tuvo en cada uno de los peregrinos, voluntarios y asistentes al evento:

 

  • Santa Misa para la Jornada Mundial de la Juventud en el Parque Tejo.
  • Encuentro con los voluntarios de la JMJ en el Paseo Marítimo de Algés.
  • Ceremonia de despedida en la Base Aérea de Figo Maduro, Lisboa.

 

En este último día el Papa nos deja 3 ejes principales para la reflexión, “resplandecer, escuchar y no tener miedo”, en estos tres principios está basado el cambio que Francisco le pide a todos los feligreses y consagrados de la Iglesia católica, pues, tomando el mensaje de la Fiesta de la Transfiguración del Señor, el Papa nos insta una vez más a no tener miedo, escuchar atentamente al otro y a impartir con ahínco la Palabra verdadera, a todo aquel que tenga oídos para oír. También nos deja un mensaje importante y es buscar ser santos, lo cual no se consigue con la exposición mediática de las buenas acciones, ni con las obras dentro de nuestra zona de confort, hay que “ensuciarse las manos” y hacer todo con abnegación y desprendimiento de lo terrenal, pues la transfiguración de nuestra alma no se da en el entorno hostil de la mundanidad, se da en el momento en que hallemos la alegría del servicio. 

 

En conclusión, el papa Francisco en este viaje a la Jornada Mundial de la Juventud 2023 busca que tanto jóvenes como adultos y niños, todos los que profesan la fe católica se unan al cambio de una Iglesia que busca el resplandecer verdadero, el objetivo único de servicio desinteresado y del amor incondicional del Padre, este evento internacional nos deja mucho por reflexionar, y a ti ¿de qué tamaño te dejó el corazón esta semana de reflexión y redescubrimiento de la fe?

Foto tomada de:Vatican Media
Por: Ana María Velásquez – Realizadora Tele VID

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