“Donde hay demasiado yo, hay poco Dios”.

Papa Francisco

En el Ängelus de este 23 de octubre del 2022 basado en el evangelio de Lucas (Lc 18,9-14) el Santo Padre explica esta parábola en dos movimientos: subir y bajar. Subir “expresa la necesidad del corazón de desprenderse de una vida mediocre para encontrarse con el Señor; de elevarse de las llanuras de nuestro ego para ascender hacia Dios” y este subir se complementa de bajar porque para llegar hacia él debemos descender dentro de nosotros mismos.

El Papa Francisco plantea la diferencia del evangelio entre el publicano y el fariseo, como el fariseo está cargado de una soberbia espiritual, exaltandose a sí mismo “enumerando todas las buenas obras religiosas que hace, y desprecia a los demás” y el publicano se avergüenza y pide perdón. “En la humildad nos hacemos capaces de llevar a Dios, sin fingir, lo que realmente somos.”

“Cuidémonos del narcisismo que también nos lleva a nosotros los cristianos, a nosotros los sacerdotes, a nosotros los obispos, a tener siempre la una palabra “yo” en los labios… En mi tierra, esta gente se llama “yo, mí, me, conmigo”. Y una vez se hablaba de un sacerdote que era así, centrado en sí mismo, y la gente solía bromear: “Ese, cuando inciensa, lo hace al revés, se inciensa a sí mismo”. Y así, también te hace caer en el ridículo.”