¿Quién sabe cuánto cuesta hacer un ojal?

 

Hay santos que se nos hacen más cercanos. Tal vez porque son más recientes o porque sus vidas no están marcadas tanto por hechos extraordinarios o misteriosos, sino por todo lo contrario, porque se parecen mucho a la nuestra. Lo distinto es que en la sencillez de su existencia, se conectan de tal manera con la realidad y con el dolor de los hermanos que, entonces sí, sus obras empiezan a ser extraordinarias. Es el caso de San Alberto Hurtado, el santo chileno jesuita quien luego de estudiar leyes para ayudar a su madre viuda, siente un fuerte llamado al sacerdocio, inspirado especialmente por los pobres. En ellos, Jesús lo llamaba a cada instante y en cada lugar. Había tantos que necesitaban techo, abrigo y comida, por eso fundó el Hogar de Cristo en 1994. 

Pero antes de todo eso, sintió también como propio el dolor de tantas personas que trabajaban en condiciones casi de esclavitud. Hizo su tesis sobre las condiciones de los trabajadores y descubrió por ejemplo que para las costureras el trabajo era arduo, el pago poco y el sacrificio casi un martirio. Su voz será su voz y la de tantos que sufren por no tener un trabajo digno.

En Tele VID de Película, la historia de la infancia y juventud de Alberto Hurtado (1901- 1952) Su testimonio y la radicalidad de sus convicciones que nos interpelan. 

 

Domingo 25 de diciembre 3:30 P.M.