Con esta oración de encomienda a nuestro Señor Jesucristo y su padre sempiterno, Dios, harás una entrega espiritual al Señor para que él te bendiga y glorifique, y así, por medio de intercesión e influencia de el Evangelista San Lucas, sea cuidado y adorado al igual que su discípulo fiel y marchante honorario de Dios.
¡Oh, Señor y Rey de los cielos, tú que sanas a todo aquel que acude a ti con fe y esperanza, que cargas en tu espalda con las enfermedades de tu pueblo, que llamaste a San Lucas, el médico de Antioquía, el querido y adorado, para que él fuese un marchante de los evangelistas de Dios!
Atribúyenos con la aliviadora palabra que tu evangelista San Lucas nos transmite a nosotros, para que así él encuentre nuestras almas mortificadas y heridas y las sane con su eficaz medicina.
Por Jesucristo, nuestro Señor y Salvador.
Amén.