Novena a María Auxiliadora

“Nos has dado a tu Madre como nuestra para que nos enseñe a meditar y adorar en el corazón. Ella, recibiendo la Palabra y poniéndola en práctica, se hizo la más perfecta Madre”

San Juan Pablo II

Acto de contrición

Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, creador, padre y redentor mío en quien creo, en quien espero, a quien amo y estimo más que todas la cosas, me pesa de haberos ofendido, por ser Vos quien sois, bondad infinita y ayudado a vuestra gracia propongo nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta.

Amén

Oración para todos los días

Santísima Virgen María Reina de todos los santos Madre mía, designada por vuestro Hijo expirante en la cruz para salvar  a todos los hombres, acudo a vos con amor y confianza, pues sois abogado de los pecadores y auxilio de los cristianos, alcanzadme señora mía el perdón de mis pecados, un verdadero dolor de ellas, luz y acierto para hacer conseguir la gracias de Dios y con vuestro auxilio mi eterna salvación.

A este fin os ofrezco todos los obsequios de esta novena que consagró a vuestro honor.  Recibidlos mi buena Madre y haced que logre la gracias que me he propuesto pediros en el curso de esta novena si me conviene para el bien de mi alma, os pido la gracias (cada uno pide la gracia que le conviene) …

y deseo señora mía, que en todo se cumpla la voluntad de Dios; pero bien lo bis, mi buena Madre cuántas ansias y penas afligen mi corazón; apresurad pues, vuestro auxilio a tantas necesidades mías.  Os lo pido por los méritos de vuestro dolores que sufriste al pie de la cruz, cuando vuestro Jesús os constituyó Madre y Auxilio de los Cristianos.

Amén

Gozos

1 A Ti, cuya potencia del sarraceno impío venciendo el poderío salvo la cristiandad; rogamos que hoy las salves del vicio y la mentira, de Dios calma la ira, destruye la maldad.

R/Consuelo del cristiano María Auxiliadora Al alma que te implora escucha con piedad.

2 La nave de San Pedro en esta mar bravía con mano fuerte guía al puerto hasta llegar; sostén al gran piloto protege al Padre Santo, sobre él tiende tu manto que es manto tutelar.

R/Consuelo del cristiano María Auxiliadora Al alma que te implora escucha con piedad.

3 confunde la los malvados que, dueños de la tierra, a Cristo hacen la guerra siguiendo a Lucifer; tu cetro poderoso derrote sus legiones; ondulen tus pendones triunfantes por doquier.

R/Consuelo del cristiano María Auxiliadora Al alma que te implora escucha con piedad.

4 Cual planta delicada que la corriente mece en este mundo crece  pa tierna juventud; ¡Oh Madre!, no permitas que se aleje su belleza concédele pureza y amor a la virtud.

R/Consuelo del cristiano María Auxiliadora Al alma que te implora escucha con piedad.

5 Enséñale amorosa los místicos raudales, de vida manantiales, que brotan del altar; condúcela al banquete de santidad venero, y guste del Cordero que es célico manjar.

R/Consuelo del cristiano María Auxiliadora Al alma que te implora escucha con piedad.

6 Acude en mi socorro, ¡Oh Virgen! poderosa si pérfida me acosa maligna tentación; ahuyenta del demonio el silbo traicionero. Servirte sólo quiero, te doy mi corazón.

R/Consuelo del cristiano María Auxiliadora Al alma que te implora escucha con piedad.

7 Alabarte por siempre, auxilio del cristiano. La lengua del humano, y el alto serafín; Tu nombre lo repitan, los ecos del torrente y en alas del ambiente resuene en el confín.

R/Consuelo del cristiano María Auxiliadora Al alma que te implora escucha con piedad.

8 Inclínense los cielos al ver tu hermoso talle, la palma allá en le valle inclínese también; los hombres te saluden tres veces cada día y en grata melodía te den el parabién.

R/Consuelo del cristiano María Auxiliadora Al alma que te implora escucha con piedad.

9 Las súplicas atiende de los fieles devotos, despacha nuestro votos ¡Oh Madre! de bondad; la gracia que te imploro otórgame clemente; de dones eres fuente y fuentes de piedad.

R/Consuelo del cristiano María Auxiliadora Al alma que te implora escucha con piedad.

10 Jamás se oyó del mundo en la extendida esfera que alguno de Ti acudiera sin ver tu compasión; por eso hoy a tu trono me llega con confianza, pues se que mi esperanza no encierra una ilusión.

R/Consuelo del cristiano María Auxiliadora Al alma que te implora escucha con piedad.

11 Del cielo la vereda enséñame cual faro; feliz bajo tu amparo mi vida ha de pasar; sin miedo a las borrascas iré cual navecilla en la celeste orilla tu rostro contemplar.

R/Consuelo del cristiano María Auxiliadora Al alma que te implora escucha con piedad.

12 Mas antes en el día de mi postrera hora María Auxiliadora, tu auxilio invocaré; y entonces confiado envuelto entre tu manto con sueño dulce y santo en paz me dormiré.

R/Consuelo del cristiano María Auxiliadora Al alma que te implora escucha con piedad.

Oración final.

Orante:

María Santísima, Madre de bondad y misericordia, que a menudo con vuestro patrocinio, librasteis al pueblo cristiano de los asaltos, libertar, os suplicamos, nuestras almas de las acometidas del demonio, del mundo de la carne; y haced que podamos en todo tiempo alcanzar completa victoria sobre nuestros enemigos. Así sea.

Orante:

María Auxilio de los cristianos,

Público:

ruega por nosotros.

R/Consuelo del cristiano María Auxiliadora Al alma que te implora escucha con piedad.

Día 1

¡Oh Santísima María Auxilio poderoso de los cristianos que acuden confiados al trono de vuestra misericordia, escuchad las plegarias de un pecador, que implora vuestra asistencia para poder huir siempre del pecado y de las ocasiones de pecar.

Tres avemarías.

Día 2

Santísima María, Madre de bondad y de misericordia que con vuestro visible patrimonio habéis liberado tantas veces al pueblo fiel de los asaltos, librad, os suplico, a mi alma de las asechanzas del demonio, del mundo y de la carne; y concededme en todo tiempo la más completa victoria sobre los enemigos de mi alma.

Tres avemarías.

Día 3

Poderosísima reina de los cielos que solo pudisteis triunfar de las innumerables herejías que pretendían arrancar a tantos fieles del seno, de nuestra Madre de la Iglesia; ayudadme,  por piedad, a permanecer firme en la fe y conservar puro mi corazón de las acechanzas y del veneno de tan perversas doctrinas.

Tres avemarías.

Día 4

Dulcísima Madre Mía, que por vuestro innumerables actos de abnegada heroísmo, mereciste el título de Reina de los Mártires, dignaos comunicar a mi corazón la fortaleza necesaria para ser constante en vuestro servicio; concededme además la gracias de que, venciendo todo respeto humano, pueda practicar públicamente mis deberes religiosos y gloriarme de ser hijo vuestro hasta la muerte.

Tres avemarías.

Día 5

Amada Madre mía que en el triunfo del gran Pío VII disteis otra prueba de la eficacia de vuestro patrimonio, cobijad bajo vuestros piadoso manto de la iglesia toda y especialmente a su augusto jefe, el Supremo Pontífice; defendedle en todo tiempo contra los ataques de sus enemigos, hacedle más llevaderas sus penas, y asistidle siempre para que pueda guiar al puerto la navecilla de San Pablo triunfando de las oleadas que quieren sumergirla.

Tres avemarías.

Día 6

¡Oh María, Reina de los Apóstoles, tomad bajo vuestra valiosa protección a los ministros del altar y a los miembros todos de la iglesia Católica, alcanzadles espíritu de unión, de perfecta obediencia al Romano Pontífice y de ardiente celo por la salvación de las almas.  Especialmente os suplico que veléis con amorosa asistencia sobre los misioneros, a fin de que puedan llevar la fe de Jesucristo a todos los pueblos de la tierra, y formar del mundo entero un solo rebaño que conozca por Jefe a vuestro vicario, el Sumo Pontífice. 

Tres avemarías.

Día 7

¡Oh María, madre de piedad y de Misericordia! Que con vuestra Intercesión habéis librado tantas veces a los cristianos de la peste, de las guerras y de otras calamidades; acudid a vuestro socorro y libradnos ahora de la irreligión y del vicio que, por medio de la prensa, de las asociaciones y de las escuelas impías, a tantos que se alejan de la Iglesia u de la virtud.  Madre mía animad a los buenos, para que perseveren, fortaleced a los débiles y haced que se conviertan los descarriados y los pecadores a fin de que, triunfando la verdad aquí en la tierra y estableciéndose el reinado de Jesucristo, sea mayor vuestra gloria y mayor el número de los elegidos del cielo.

Tres avemarías.

Día 8

¡Oh María, Columna espiritual de la iglesia y Auxiliadora de los cristianos! Os suplico me alcancéis la perseverancia en el bien, la libertad de los hijos de Dios. Por mi parte, os prometo no manchar ni encadenar mi alma con el pecado.  No afiliarme a ninguna sociedad secreta y aborrecer la masonería, condenada por la Santa Sede. Es mi deseo, Madre mía, obedecer al sumo pontífice y a los obispos que están en comunión con él, y vivir y morir en el seno de la religión católica, en la cual tengo la seguridad de salvar mi alma. 

Tres avemarías.

Día 9

Piadosísima madre mía, que en todo tiempo quisiste ser la auxiliadora de los cristianos, asistidme con vuestro poderosísimo patrocinio durante mi vida pero especialmente en la hora de la muerte; y haced que después de haberos amado y honrado en la tierra, pueda cantar vuestras misericordias en el cielo.

Tres avemarías.

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