Novena a Nuestra Señora de la Candelaria

Acto de contrición

Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, árbitro de la vida y de la Y muerte, en cuyas manos está la suerte de todas las criaturas, nosotros, indignísimos pecadores, postrados a tus santísimos pies, confesamos humildemente que no merecemos comparecer en tu presencia, y que tú mereces ser servido de todos los hombres. Tú, Señor, que quisiste ser conducido al templo en los brazos de tu purísima Madre, y por manos del sacerdote Simeón quisiste ser ofrecido a tu Eterno Padre en sacrificio por nuestros pecados, dígnate concedernos verdadera contrición de ellos y propósito de enmendarnos y apartarnos de las ocasiones de pecar. Conviértenos, Señor, y seremos convertidos; sánanos y quedaremos sanos; sálvanos y seremos salvos; sea nuestra miseria el objeto de tu misericordia. Desde el abismo de nuestra malicia, invocamos el abismo de tu bondad, y por ésta esperamos salvarnos eternamente. – Amén.

Oración para todos los días

Gloriosísima Virgen María de la que en tu preciosímo Hijo nos traes la luz indeficiente que alumbra a todo hombre que viene a este mundo, y que en el día de tu Purificación, acompañada de tu castísimo Esposo, El Patriarca señor San José, de justo Simeón y de Ana la profetisa, rodeaste el templo del Señor con candelas en las manos y entre innumerables ejércitos de ángeles formaste la devotísima procesión que sirvió de modelo a la que ahora celebra nuestra Santa Madre Iglesia, y que en las candelas benditas nos das una general defensa contra los peligros de la vida y un seguro asilo contra los enemigos en la hora de la muerte, por tu virginal pureza, y por la dignidad inefable de Madre de Dios, favorécenos en los peligros de la vida, líbranos del contagio del pecado, prepáranos con tu mano poderosa para la hora de la muerte con vivísima contrición de nuestras culpas. Haz que recibamos dignamente los Santos Sacramentos, para que purificados con la sangre del Cordero inmaculado, con una antorcha bendita en las manos, salgamos al encuentro del esposo de nuestras almas, con ternura de corazón le entonemos devotos el cántico de Simeón le digamos:

Ahora, Señor, en paz queda tu siervo, pues ya me cumpliste tu palabra; Ya mis ojos han visto con delicia al dulce Salvador que nos preparas; Al redentor que envías para ser la luz del mundo, pues que a todo el mundo salva; Que será la antorcha de todas las naciones y de Israel la gloria soberana. Amén.

Gozos

1.  De nuestra noche de penas Clara estrella solitaria.

R/ Ruega, oh Madre por nosotros, Virgen de la Candelaria.

2. Paloma de la Judea Que en el hogar de Santa Ana Perfumando los vergeles Abriste tus blancas alas, Joaquín arrulló tu cuna Con su canción solitaria.

R/ Ruega, oh Madre por nosotros, Virgen de la Candelaria.

3. Creciste como la rosa Que nace entre verdes ramas, Triste y oculta violeta De la judaica montaña; Tú, del Jardín de los cielos Escondida trinitaria.

R/ Ruega, oh Madre por nosotros, Virgen de la Candelaria.

4. Cuando el pobre carpintero Llegó al templo con su vara Y en ella brotaron frescos Ramos de azucenas blancas, Tú viste en José a tu esposo Y el pueblo alzó su plegaria.

R/ Ruega, oh Madre por nosotros, Virgen de la Candelaria.

5. Abre, derramando aromas, Gabriel Arcángel sus alas, Ya su saludo contestas: «Hágase en mí tu palabra» ¡Blanco vaso de perfumes! ¡Urna de Dios solitaria!

R/ Ruega, oh Madre por nosotros, Virgen de la Candelaria.

6. Sin techo en que refugiarte En el Portal, entre pajas, Diste a luz tu rubio Niño, Quedando pura y sin mancha. Sin techo, cuando de todos Eres casa hospitalaria.

R/ Ruega, oh Madre por nosotros, Virgen de la Candelaria.

7. Diste, al presentar tu Hijo De Dios en la Santa Casa, Un bello par de palomas Y cinco ciclos de plata: Simeón te dijo entonces Su predicción funeraria.

R/ Ruega, oh Madre por nosotros, Virgen de la Candelaria.

8. La calle de la amargura Al fin te dio, Virgen Santa, Negra copa de dolores Llena de esencias amargas; Tú por salvarnos a todos La apuraste voluntaria.

R/ Ruega, oh Madre por nosotros, Virgen de la Candelaria.

9. Cuando en triste Calvario Viste cruz levantada Yen ella bañado en sangre El Hijo de entrañas, Por verdugos, al cielo, Subió humilde plegaria.

R/ Ruega, oh Madre por nosotros, Virgen de la Candelaria.

10. Tú, Templo todas las «Madre los pecadores concebida mancha» nuestra noche estrella solitaria. Virgen de Candelaria.

R/ Ruega, oh Madre por nosotros, Virgen de la Candelaria.

Consideración de cada día

Oración final

Omnipotente y eterno Dios, suplicamos humildemente a vuestra Majestad, que así como vuestro Unigénito Hijo fue presentado en el día de hoy en el templo, revestido de nuestra carne, así seamos presentados a Vos purificadas nuestras almas. Por Jesucristo Nuestro Señor. – Amén.